10 de abril de 2009

Pafamefelafa

No me extraño a cada rato, ni mucho menos me pienso todo el día, de hecho me tenía bien harto, cuando recuerdo haber pensado que era genial, aún me enojo... ¡Que va! estoy bien tonto.

Lo único que extraño de mis argumentos pendejos, de mis palabras sin sentido y de todo eso que tu sabes, me hace un ejemplar perfecto de lo que puede ofrecerte esta pinchi ciudad, bueno, lo único que extraño de mí, es cuando me callaba, cuando no estaba maldiciendo todo el tiempo a mis compañeros que hoy amo, que me callaba y no te daba la razón sin comprender una palabra de todo lo que decías, que me callaba y gastabamos dinero por gastarlo, en revistas y en café y en dulces cuando nos daban las seis y todo estaba negro, cuando era de día todavía pero se nos había oscurecido la calle, cuando la noche me pesaba tan temprano.

Era precioso y perfecto cuando no hablaba, cuando toda la mierda que pensaba no pasaba por mi boca. Es lo mas brillante que recuerdo haber hecho contigo.





Hoy paso una semana desde mi último ataque de nervios, y de celos, y de mis mil fuerzas que no te puedo esconder cuando tengo un telefono en la mano, hoy paso una semana y presisamente hoy en mi sueño fue tu cumpleaños, fue tu cumpleaños y fueron mis amigos en una sala de cine donde decías cumplir 28 porque no sabes leer el calendario.

Ni siquiera me diriges tus ojos pero me tienes ahí, a mi nisiquiera me importa pero me tengo ahí explicandote que tu edad no puede ser porque eres menos que yo, digo menor, pero me dices que tu médico te lo explicó, y como siempre pues no te callas. Total que nunca conocí gente más tonta que tu, ni más hermosa.

Mi boca estaba torcida de pensamientos bien duros, casi sentimientos, mientras jugabas y te reías con tus tirantes verdes, tus mejillas rojas con pequeñas pecas y mis ojos favoritos que siempre me parecieron ginebra, tus ojos son puro licor.

Riendote me hiciste llorar y me hiciste pelear y me hiciste gritar aún cuando todos saben que no grito para nada, pero tu eres mala.

-Llévame al carro, ya me voy- Te dije, y te quedaste viendo seria cuando me empeze a pelear con tu novio de azul. Él empezo a llorar, de lastima y asco, me dijo, porque llegó uno más a decirnos que te acostaste en el baño con Bustos. -Como siempre- Dije, Como pinchi siempre.

Y me desperté... como pinchi siempre.

No hay comentarios: