Culpalos

Odio a todos: al que pasa, al que se ríe de ti, al que ensalza caminar y te mira con desden, a la que se mira y pretende no mirarte, a la que se exhibe sin ocasión, odio a todos y supongo me han de odiar, odio al falso, la presunción y al pretencioso, odio y mas odio. Ciudad y yo no nos llevamos bien; prefiero morir para q me recuerde, a vivir lo suficiente para ver como me olvida, algo así... solo busco llamar la atención en el lugar en q nadie voltea a ver al silencioso... lo interesante es lo fácil y vacío, supongo que al ser de tal manera se ahorra el tener que pensar.

Aquí es como quienes dentro están, no tiene identidad, es una copia q se rechaza y se quiere de nuevo, siempre con los mismos errores q pretende soportar pero nunca los derrota, nunca se esfuman, ni escapa ni lucha, ni los acepta ni los desmiente, es solo decir ¡Soy fuerte!... ¡Odio a la maldita Ciudad! Salvo una decena de personas q aquí conocí pero me quiero morir, así es, hago de mi muerte mi ultima esperanza, es una fascinación y un tramite en el que espero algo mejor pero con el dolor de estomago que define nuestros sentimientos de no saber que va a pasar, quisiera explotar quisiera matar debido a mis intentos en vano de amar y de conversar, quisiera matar en serie y matar de repente, al contrario de mi sensibilidad agotadora ¡Si! quisiera matar y morir… todos los silenciosos de nariz agachada y labios temblorosos habran pensado en ello tal vez, eso creo. ¡Es que la maldita ciudad, esta maldita gente! Esperas verlos a todos, con el coraje marcado en tu ceño, llorar, llorar y llorar mientras te pretenden respeto y bonitas palabras en tu funeral, pero esperas a que lloren frente a silencio y soledad, frente frustración y olvido, con nostalgia y obscuridad… no van a llorar, jamás me lloraran, jamás me amaran, jamás jamás van a voltear. Vivo o muerto.